Cuando uno piensa en el diseño de una cocina, los colores son cruciales. Escoger tonos oscuros puede parecer arriesgado, pero puede crear un contraste impresionante. Según las cocinas color piedra, las tonalidades oscuras ofrecen sofisticación y dramatismo al espacio.
El color piedra en cocinas se ha vuelto sumamente popular. Las tonalidades neutras son un lienzo perfecto para experimentar con diferentes combinaciones. Incorporar tonos oscuros, como el gris oscuro o incluso el negro, no solo es posible sino recomendable, siempre y cuando se mantenga el equilibrio con una buena iluminación. Un estudio realizado en 2021 mostró que 35% de los diseñadores de interiores prefieren usar tonos oscuros en espacios neutros para ofrecer un toque de elegancia sin perder la calidez.
Y sabemos bien que las cocinas tienen funcionalidades específicas. Los gabinetes oscuros con encimeras de piedra pálida pueden mejorar el aspecto visual sin comprometer la funcionalidad. Un ejemplo es una empresa italiana líder en diseño de interiores que utilizó gabinetes en azul oscuro combinados con piedra gris claro, logrando un espacio moderno y acogedor.
Para aquellos preocupados por el mantenimiento, los tonos oscuros son aliados en la disimulación de las manchas. De hecho, muchos chefs profesionales optan por cocinas oscuras por su capacidad para ocultar el desgaste. El granito negro, por ejemplo, es altamente resistente y requiere poco mantenimiento, siendo 15% más económico a largo plazo comparado con materiales que exigen sellados frecuentes.
Los tonos oscuros también pueden influir en la percepción del espacio. Aunque muchos temen que puedan hacer que una cocina luzca más pequeña, esto no siempre es el caso. Cuando se combinan con accesorios metálicos que reflejan la luz, los espacios oscuros ganan profundidad y sofisticación, un truco que algunos arquitectos han implementado en remodelaciones de alto perfil, optimizando espacios de cocina en apartamentos de lujo en Nueva York.
Al final del día, es cuestión de equilibrio y preferencias personales. No hay que tener miedo a experimentar y jugar con contrastes; los resultados pueden ser sorprendentes y encantadores. Por eso, los tonos oscuros sí tienen cabida en espacios que ya son de color piedra y pueden transformarlos de maneras inesperadas y sofisticadas.